Se oye el sonido que producen las ruedas rodando por las vías debajo de un tren que parte lejos, supongo que ya de antemano tenía asumido que iba a pasar y qué mejor sitio que una estación para terminar con este viaje, para separarnos, hacer un transbordo y empezar una nueva vida sin ti. Y así fue, nos levantamos con destinos diferentes y nos dijimos un último adiós con un sabor muy amargo y justo en ese momento me giro valientemente.
- ¿Y si nos quedamos un minuto más? - un último minuto en tu compañía después de tanto vivido, después de tanto amor un último minuto era lo menos que podíamos hacer el uno por el otro. Volvimos a sentarnos en el mismo banco, justo en el mismo sitio, callados, sin nada que decir por el miedo y el orgullo que paralizaba nuestro cuerpo. Y así fue que terminó el minuto y tuvimos que decirnos adiós.
"Yo aún te echo de menos"
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